The Insomniac Teller

The Box of thoughts that lives somewhere in my mind

jueves, 7 de junio de 2012

Un sueño marchito

Hace rato publiqué esto en twitter (dónde nunca podrán encontrarme):
Si creo en eso de que la conciencia habla a través de los sueños, sólo hace falta interpretar un poco.


Y lo digo porque es extraño, cómo las cosas que sueño, sin tener ningún sentido -obvio- me resultan tan familiares, y las imágenes que logro recordar, se quedan dando vueltas en mi memoria una y otra vez hasta que las analice un poco. Quizás es sólo una mala costumbre, no sé, pero esto fue más o menos lo que soñé anoche:

***
No recuerdo como comenzó, pero me veía volando y pensando qué debía visitar un lugar en el que supuestamente la tierra estaba agrietada y los pastos estaban muertos, todo bajo un fuerte sol que me hacía pensar que no querría si quiera acercarme, me pensé en un lugar rodeado de caras conocidas, rodeado de un mar azul y piedras de un gris platinado que brillaba con la luz (imagínense un bungalow en Bora Bora, así casi idéntico).

En un abrir y cerrar de ojos, estaba flotando sobre un terreno amplio, como una sabana, que parecía azotado por una sequía justo hasta hace un momento. El verde se había desvanecido, las plantas ahora de un color pálido como la tierra habían dejado de crecer y las flores de retoñar, pero todo estaba cubierto por agua, agua cristalina y poco profunda, pero tal inundación se extendía hasta más allá de donde mis ojos podían ver. No había tierra que no había sido cubierta por agua.

Pensé entonces, "aquí no hay grietas, ni hambre", pero la imagen así como esperanzadora también me disgustó un poco, como si la mínima turbulencia haría que la tierra que yacía sin vida se alterara bajo el agua mezclándose y convirtiéndose en barro. Pero cerca de allí, vi a lo lejos un niño sentado con el agua apenas rozando su pecho, moviendo sus brazos de aquí para allá. Ya imaginaba yo con cierto desdén como estaría el agua a su alrededor, y aún sin tocar el agua me acerqué y vi que la tierra bajos sus pies apenas se movía, con una suavidad que acompañaba a los lentos movimientos del niño.

Luego de ver durante un instante la escena, sumergí un poco mi mano en el agua y pude sentir que estaba tibia, se sentía muy agradable y fue como si esa especie de desprecio desapareciera. Luego de eso desperté.

***

Lo que me di cuenta al pensar un poco más en esto es que vi realmente el estado de mi mente. Cuando los planes no se dan y las dificultades aparecen, es como si la vida en mi mente, las ideas, las esperanzas y las aspiraciones comienzan a marchitarse, pero llega este cálido manto y cubre toda la llanura, cerrando las grietas por donde entran decepciones y malos pensamientos. Pero yo, sin saber porque y sintiéndome disgustado por ello, sueño con verme en otra situación, una que 'pienso' da disfrute y satisfacción a personas que conozco. Sin embargo ahí cerca de mis pensamientos, mi conciencia me invita a ver como la ira es sumisa bajo la paz que más allá de como me sienta, me llena y me cubre desde lo más lejano.

Creo que todo el asunto se resume a que debo tener paciencia.
Bastante drama para algo tan simple, ¿eh?

miércoles, 6 de junio de 2012

¡Hola de nuevo!

Muchas cosas han pasado desde el último post; me gradué, me tomé unos días para no hacer nada, luego hice muchos cursos y he pasado por 500 etapas de ira en la búsqueda de empleo. Sabía que sería difícil, pero no pensé que tanto, como si fuera una prueba a mi fe y la convicción que tuve alguna vez de que "me esforcé y lo merezco". En fin, ya vendrá ese día aunque no fue hoy.

Pensé muchas veces en qué debería hacer con este blog, puesto que por muchos meses fue sólo espacio desperdiciado en la web. Si miran atrás, en algún momento lo tomé en serio, colocando algunas de las cosas que he escrito en momentos de ocio, luego, lo usé enteramente para burlarme de alguna que otra desventura que he vivido. Dado que no veía mucha razón en seguir por aquí pensé en más de una ocasión en borrarlo, pero llego hoy pensando qué, realmente no importa el contenido, es la experiencia de escribir, de dejar que las palabras fluyan con lo que sea que tenga en la mente y, pues, así será.

Con eso, es probable que deje alguna que otra cosa más seguido, realmente sin mucho plan ni esfuerzo.

Sin más, sayonara!

miércoles, 30 de marzo de 2011

Cenizas al Amanecer

Quería dejar algo por aquí pero he estado corto de ideas así que rebuscando entre mis archivos encontré algo que pocos han leído, y que no me había animado a mostrar. La idea salió de una noticia que leí sobre un accidente en Caracas en el año 2002.

Todo comenzó alrededor de las 11:47pm estaba yo algo acalorado e incluso incomodo porque no solía frecuentar esa discoteca, ya me habían hablado muchas veces de ‘la goajira’ pero la zona en la que residía ésta nunca me había convencido. Se entraba por una pequeña puerta a un costado de un edificio que en planta baja era un centro comercial y en los pisos superiores apartamentos residenciales. La discoteca ocupaba todo el sótano de la estructura. Para ese entonces había bailado, reído, incluso tomado algunos tragos.
Había dejado de bailar y estaba sentado en la barra observando, mis compañeros aun estaban en la pista de baile vislumbrados bajo los efectos de luces estroboscópicas y el humo artificial que daba la ilusión de éxtasis. El humo de la pista parecía más denso y pensé por un instante que el dj se estaba excediendo con este tipo de entretenimiento pues comenzaba a tener una sensación extraña en mi garganta. De un momento a otro una oleada desenfrenada de personas corrían apresuradamente desde el otro costado de la discoteca donde se encontraba el depósito de licores. Yo sin saber que sucedía supuse que se trataba de una pelea y me levante haciendo señas a mis compañeros para buscar la salida del lugar.
Un segundo después el humo se volvió sumamente denso, era difícil observar a lo lejos, la diversión se torno un verdadero caos, y finalmente se hizo visible lo que estaba ocurriendo. Por razones desconocidas se inició un incendio en la bodega, las llamas comenzaban a cubrir toda la discoteca y las personas ahí presentes corrían frenéticamente huyendo del peligro. Contando al azar diría que había por lo menos 400 personas. Todo ocurrió en fracciones de segundos, se me hizo imposible ubicar a mis amigos pues el humo se había tornado negro y no podía ver mis manos frente a mis ojos, incluso mis gritos desesperados eran mudos ante tanta esquizofrenia y gritos de desesperación. En ese instante éramos todos ciegos y sordomudos tratando de salir de un laberinto.
Entre tanto descontrol podían escucharse los rezos desesperados de aquellos que ardían fervorosamente, mis deseos de rezar se perdieron con la espesura del humo y en mi mente solo resonaba el desmedido palpitar de mi corazón. Instintivamente solo me dispuse a correr pero hasta moverse era difícil, constantemente recibía golpes, pisotones y colisiones de aquellos que trataban de huir del peligro. Inmerso en todo ese movimiento recuerdo haber tenido que pisotear a muchos para poder seguir adelante, aunque pareció algo muy cruel en esos momentos el único deseo se basa en salvaguardar nuestra propia vida.
Respirar era muy difícil, mis pulmones ardían y no sabía siquiera hasta donde me habían llevado mis falsos pasos. La aglomeración de personas era tal que de un momento a otro no pude seguir moviéndome y caí sobre un grupo de personas que torpemente trataban de aferrarse unos a otros. Estaba muy cansado para levantarme, tenía demasiado miedo para tratar de seguir adelante, simplemente en mi la fuerza de voluntad se desvaneció. Poco después por lo que pude palpar, me di cuenta de que nos encontrábamos en el baño.
Cada segundo debía inhalar más profundo para tratar de buscar oxigeno pero mis esfuerzos fueron en vano, sentía como al toser mi garganta se desgarraba y aquel desagradable sabor a sangre invadió mi estomago. Trate de calmarme y recordar que debía hacer en casos como este pero el desespero bloqueó todos mis sentidos. En un último intento por respirar inhale tan fuerte que mi cuerpo dejo de responder a mis plegarias, solo trate incesantemente de inspirar pero la locura y la desesperación se apoderaron de mi, hasta este instante no había sentido el temor de morir, entonces la vaga idea se estaba convirtiendo en realidad. Había tomado mi última bocanada de aire.
En ese instante mi llanto fue tan real como el de un infante, el temor se apodero de mí y me retorcía incesantemente mientras en mi mente los rezos golpeaban ferozmente los recuerdos de mi vida, que desfilaron frente a mis ojos mientras la agonía se llevaba lentamente mi dolor. Con mis manos despelleje mi cuello mientras mis lágrimas imploraban por un segundo más de vida. Cuando entendí que no había vuelta atrás y que ya había comenzado a morir, dejé mi cuerpo descansar en su contorsionada posición y mire fijamente la luz tenue que avivaba mi funeral, lentamente mi pasado y mis anhelos desfilaron por mi mente mientras mi esperanza se hacía lejana al igual que aquella luz mientras cerraba mis ojos.
Cuando acepte mi destino e incluso comenzaba a disfrutar del placer de morir, sentí como las llamas consumían lentamente mi cuerpo, como mi piel se desprendía de mi carne y como mi sangre se secaba en mis venas, aun podía escuchar gritos de agonía pero el dolor en mi ya se había ido y el palpitar de mi pecho había cesado, ya había muerto.
Por un instante pude vislumbrar aquella escalofriante escena, docenas de cuerpos apilados unos sobre otros, ardiendo bajo las abrasadoras llamas. Y mi cuerpo, tieso y negruzco, sobre cenizas y aún agonizantes almas. Me pareció irónico como un accidente así se había llevado mis días y los de muchos más, incluso tuve tiempo de pensar en mi familia y mis amigos que nunca pude encontrar, esperaba que al menos ellos hubieran podido sobrevivir.
Al final mi conciencia no fue capaz de encontrar descanso, vagando confusamente en el recuerdo de aquella noche, que en sus pasos le regaló sus cenizas al amanecer.

.: Ccs, 30.11.2002 :.

Y al final de toda película suena una canción que acompaña los créditos -que no hay- pero igual la dejo.